“Mi vida es la música”

“Tina im Kirchturm” (Tina en la torre de la iglesia) es el nombre de una serie que se emite en YouTube desde enero de 2021. Allí, una profesora de música de la comunidad Hanóver Sur (Alemania) publica vídeos musicales para que los niños se unan y bailen.

La pantalla parpadea en el comedor de la familia Meyer. Robin, de cinco años, y Mía, de ocho, observan atentamente. Suenan las campanas y aparece una iglesia. Allí, la caracola Esmeralda Mozarella, una marioneta de mano, no está sola. Junto con Tina, invita en el vídeo a los niños a bailar y cantar.

Tina Stephan procede de Naumburgo. Vive en Hanóver desde hace unos cinco años. La joven de 30 años estudia Pedagogía elemental de la música y la voz. Tanto sus padres como su hermano mayor tocaban un instrumento y cantaban en el coro de la comunidad. Así que empezó a tomar clases de flauta dulce cuando tenía unos seis años y también cantaba en el coro de niños.

“Después del colegio, me encantaba ir a la escuela de música a ensayar”, dice. A los doce años, Tina empezó a tomar clases de fagot. Para ello, realizaba regularmente un viaje de 43 kilómetros en transporte público. Otro instrumento que aprendió fue el saxofón. También tomó clases de canto. Tina disfrutaba utilizando sus habilidades en la comunidad, en la orquesta de la escuela de música de Naumburgo y en una gran banda.

De suplente a profesora

Después del colegio, Tina Stephan comenzó a estudiar música escolar en la universidad de Halle an der Saale. Pero no dejó la escuela de música en ese tiempo, pues su profesora de flauta dulce le preguntó si Tina podía hacerse cargo de su clase debido a que se estaba por tomar licencia por maternidad. “Así que primero trabajé como profesora de flauta dulce y más tarde en educación musical temprana”.

Además, nuestra hermana en la fe estaba involucrada en la Iglesia en el ámbito musical. Entre otras cosas, dirigió el coro de juventud del distrito Halle y también colaboró como directora en el coro de la comunidad. Se entregó en cuerpo y alma al trabajo práctico e invirtió mucho tiempo en él, lo que significó que sus estudios, tuvo que admitirse a sí misma, pasaron cada vez más a un segundo plano.

En ese momento, la dirección de la escuela de música mencionó la asignatura “Pedagogía elemental de la música y la voz”. “Esto me hizo cambiar de opinión y volver a presentar mi candidatura”, cuenta Tina con entusiasmo. Así es como llegó a Hanóver. “Fue lo mejor que me pudo pasar. No solo desde el punto de vista del estudio, sino también desde el punto de vista de la comunidad”.

No solo activa a nivel local

No solo se dedicó al coro de niños. En 2019, por ejemplo, participó activamente en el Día de la Juventud Internacional (DJI) en Düsseldorf organizando una reunión de recogimiento junto con los jóvenes hermanos en la fe de su distrito de origen, Marco Irrgang y Rebekka Siemionek. Como miembro del “Proyecto Gospel”, Tina también participó en el DJI en los dos conciertos del ensamble.

Cuando las iglesias se cerraron debido a la pandemia, Tina Stephan no se quedó de brazos cruzados. “Ahora tenemos la oportunidad de hacer algo diferente y marcar la diferencia”. Así que restableció el equipo dedicado a la reunión de recogimiento del DJI. Trabajaron juntos para poder organizar horas de recogimiento en los hogares entre marzo y junio del año pasado. Mientras tanto, se han organizado y llevado a cabo diez horas de recogimiento en los hogares.

Además de sus estudios y su trabajo, Tina Stephan asumió en 2017 la dirección del coro de niños del Junge Kantorei Hameln. Se trata de una comunidad musical evangélica dirigida por un músico profesional a tiempo completo.

Movimiento frente a la pantalla

Cuando ya no era posible cantar juntos debido a la pandemia del coronavirus, a Tina se le ocurrió continuar de alguna manera. Esto fue posible gracias al apoyo técnico de Marcel Felde, un hermano en la fe de Hesse. Así nació la serie musical participativa en YouTube “Tina en la torre de la iglesia”.

“Al principio tenía mis reservas, porque no quería animar a los niños a sentarse frente a la pantalla todo el tiempo. Pero, por otro lado, dadas las circunstancias, ofrecía la oportunidad de que los niños aprendieran nuevas canciones de temas cristianos y se movieran mientras lo hacían”, dice Tina y añade: “Queríamos dar a los niños una actividad buena y significativa durante el confinamiento”.

Así que se están preparando más episodios de la serie infantil en un pequeño estudio diseñado por ellos mismos en el Odenwald. Mientras tanto, Hannah, la sobrina de siete años de Tina, presta su voz a la caracola Esmeralda Mozarella. La serie es bien recibida, no solo por los niños, sino también por los padres y los abuelos. Para Tina y Marcel, esta es una razón para continuar. Y los hijos de los Meyer, Robin y Mía, pueden seguir alegrándose con nuevas canciones infantiles.

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Tatjana Fröhlich, Dinara Ganzer
13.09.2021
instrucción doctrinal, música