Con determinación hacia la meta

¿Qué tienen en común una viuda que reclama por sus derechos y un alpinista? Tienen que estar decididos a alcanzar su meta. También los cristianos deben ser persistentes para prepararse adecuadamente para el retorno de Cristo.

Perseverancia en el alpinismo

Fiona quiere llegar a pie a la cima de una montaña. Para ello, debe ser persistente. La mochila está preparada con la comida para el camino, el saco de dormir para la cabaña, el impermeable. Los primeros cientos de metros en el valle no son extenuantes. Fiona está motivada y llena de fuerza. Ve la cumbre, se fija su meta y está decidida a alcanzarla.

Cuanto más pronunciado es el ascenso, más cualidades como la robustez y la dureza se necesitan. Fiona necesita algunos descansos. No son un signo de debilidad, sino todo lo contrario. Sin ellos, Fiona no puede reunir suficiente energía para llegar a la cima.

Al cabo de un rato, Fiona ve pasar a su lado a otros excursionistas más ociosos en el teleférico. Llegarán a la meta antes que ella, se inquieta y quiere rendirse. Pero se obliga a seguir adelante. Cuando tiene frío o suda, está a punto de rendirse. No te rindas ahora, se dice a sí misma una y otra vez.

La cumbre es alta, Fiona tiene que ser paciente. Ha estado caminando más tiempo del previsto. Una mañana se despierta en el refugio de la montaña y el tiempo está sombrío. El mal tiempo o la escasa visibilidad casi la obligan a volverse.

Cuanto más se acerca Fiona a la cima, menos fuerzas tiene, pero más urgente es su deseo de alcanzar finalmente la meta. Con perseverancia, recorre los últimos metros del ascenso. Entonces, por fin, la cruz de la cumbre se hace visible. Ahora es más fácil para ella mostrar perseverancia y caminar los últimos metros a pesar de los músculos ardientes y la respiración superficial.

Por fin, Fiona ha llegado a la cima. Ahora puede disfrutar de la vista y darse cuenta de que la perseverancia y todo el esfuerzo valieron la pena.

Perseverancia de la viuda que reclamó por sus derechos

Del mismo modo, la viuda de la conocida parábola pudo comprobar que su perseverancia dio sus frutos. Después de que ella le rogó al injusto juez durante mucho tiempo que la ayudara a obtener justicia, éste se sintió tan molesto que finalmente la ayudó. No lo hizo por miedo a Dios o por razones morales, sino solo por la insistencia de la mujer.

Jesús contó esta parábola después de hablar de la venida del reino de Dios (Lucas 17:20-37). Advertía a sus discípulos que se preparasen para su retorno perseverando en la oración y que no se volviesen negligentes.

Perseverancia en la fe

Mostrar la perseverancia en el camino de la fe conduce a la meta. La perspectiva: la comunión eterna con Dios. Para ello solo hay que ser perseverante

  • en la oración,
  • en hacer el bien,
  • en la fe, en la esperanza y en el amor,
  • en resistirse al diablo.

Cuánto más que un juez injusto, el Dios justo hará justicia a los que perseveran en la oración. ¿Y no es la perspectiva de estar eternamente con Dios más hermosa que cualquier vista que un alpinista pueda disfrutar al final de su escalada?


El Servicio Divino de Saber bíblico de noviembre se basó en las palabras de Lucas 18:2-3: “Había en una ciudad un juez, que ni temía a Dios, ni respetaba a hombre. Había también en aquella ciudad una viuda, la cual venía a él, diciendo: Hazme justicia de mi adversario”. La parábola de la viuda y el juez injusto (Lucas 18:1-8) proporcionó la base para el mensaje de orar con perseverancia por la venida del reino de Dios.


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