Acompañar con amor en el último trayecto

¿Morir? La sola idea puede ser aterradora: sufrimiento, abandono, quedar a merced de otros. Entonces algunas personas quieren determinar ellas mismas el final de su vida. Para este caminar por la cuerda floja, la fe cristiana ofrece orientación.

“Entre la eutanasia y la medicina paliativa”. Este es el nombre de la carta doctrinaria publicada en “community” a principios de julio y que también aparecerá en “Unsere Familie” a principios de agosto. El documento procede del grupo de trabajo (GT) “Medicina”, encomendado por la Iglesia, cuyos integrantes son profesionales médicos, psicólogos y abogados.

“Cada ser humano tiene derecho a una muerte digna”, deja claro el documento, mostrando cuál es la posición de la Iglesia Nueva Apostólica. Morir a menudo se asocia con dolor, pérdida de la personalidad y prolongación del sufrimiento mediante dispositivos, medicación y nutrición artificial. Así, uno se enfrenta rápidamente al tema de la eutanasia.

Hay dos enfoques fundamentalmente diferentes: por un lado, la ayuda para morir y, por el otro, la ayuda ante la muerte.

Ayuda para morir: pros y contras

La ayuda para morir incluye principalmente la muerte por petición del individuo y el suicidio asistido. En un caso, alguien provoca intencionadamente la muerte a petición del paciente. En el otro, alguien ayuda al paciente a suicidarse.

Los defensores de la eutanasia activa ven en ella la realización del derecho a la autodeterminación, que algunos equiparan a la dignidad humana. Su argumento central es evitar el sufrimiento insoportable.

Para los opositores, la vida humana es inviolable y, por lo tanto, no se debe poner fin a ella de forma activa. Ven el peligro en que los países que inicialmente permitían la eutanasia activa de forma limitada habrían ampliado posteriormente el permiso. Y las organizaciones médicas profesionales temen una pérdida de confianza si los médicos ya no solo pueden curar, sino también matar activamente.

Desde la perspectiva de la fe

“Desde la perspectiva cristiana, la vida es dada por Dios”, subraya el artículo. La dignidad del ser humano proviene del hecho de que fue creado a imagen de Dios y, por lo tanto, es independiente de sus capacidades o de su estado de salud. La eutanasia activa, de una u otra forma, transgrede el mandamiento: “No matarás”.

La Iglesia Nueva Apostólica claramente “rechaza la muerte a petición y el suicidio asistido”.

Como don de Dios, no se debe poner fin a la vida de manera arbitraria. Sin embargo, esto no significa que se deban emplear todos los medios posibles para la prolongación de la vida. “Permitir la muerte al decidir no utilizar los recursos de prolongación de la vida, no se opone a los principios de la fe cristiana”.

Ayuda ante la muerte: recomendaciones

“El debate sobre la eutanasia suele ser unilateral”, opina el GT Medicina, quedando en segundo plano el aspecto mucho más importante desde el punto de vista cristiano, de cómo es posible la ayuda ante la muerte en forma de acompañamiento y alivio del sufrimiento.

En este contexto, la Iglesia Nueva Apostólica hace las siguientes recomendaciones:

  • De acuerdo con la imagen cristiana del ser humano, se debe procurar que los enfermos graves y los moribundos reciban el acompañamiento amoroso, prudente y atento por parte de familiares y profesionales en un entorno agradable.
  • Los cuidados paliativos pueden hacer que los dolores y molestias sobre el final de la vida en muchos casos se vuelvan soportables. La nutrición y la hidratación deben continuar mientras ayuden al moribundo sin producirle molestias.
  • La paliación de los dolores o la sedación en el proceso de muerte con el objetivo de controlar los síntomas puede aparejar un mínimo riesgo de acortamiento de la vida. Ya que estos recursos tienen por objetivo exclusivamente el control de los síntomas, pueden ser recomendados.
  • Es importante, tanto para los moribundos como para su entorno, un acompañamiento de asistencia espiritual con los contenidos del Evangelio que brinde apoyo constante y confiable en ese momento de la vida en el que tanto cambia. El acompañamiento de asistencia espiritual puede mitigar miedos y movilizar fuerzas espirituales del alma.


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Andreas Rother
04.07.2022
declaraciones doctrinales