Los Sacramentos (61): Tres veces al año para todos

Se ve igual que siempre: los Apóstoles dispensan los Sacramentos –esta vez a dos portadores de ministerio–, la comunidad se pone de pie y ora en silencio. Sin embargo, es un momento muy solemne y ha conmovido a los creyentes durante generaciones.

Estamos hablando del Servicio Divino en ayuda para los difuntos en la Iglesia Nueva Apostólica. Tres veces al año, los cristianos nuevoapostólicos celebran en todas las comunidades del mundo un Servicio Divino especial para pensar en los difuntos. En todas las Iglesias, en mayor o menor medida, hay un día para recordar a los familiares fallecidos. Es una antigua práctica de fe. En este sentido, la práctica nuevoapostólica es una costumbre cristiana.

Pero hay una variante especial: cuando el Apóstol Mayor o el respectivo Apóstol de Distrito conduce el Servicio Divino, junto a la mera conmemoración tiene lugar la dispensación de los tres Sacramentos nuevoapostólicos: el Santo Bautismo con Agua, el Santo Sellamiento y la Santa Cena.

Liturgia ampliada

El Servicio Divino de estos tres domingos de ayuda para los difuntos comienza inicialmente como es habitual en todas las comunidades: oración, canto, prédica, festejo de la Santa Cena. Pero luego se añade a la liturgia un elemento esencial: una oración de intercesión.

En el centro de esta oración está el agradecimiento porque el poder de la muerte de Jesucristo en sacrificio llega hasta el más allá. Quien cree en Jesucristo recibe la gracia y la salvación, y mediante la aceptación de los Sacramentos puede acceder a la comunión con el Señor.

La oración también incluye la intercesión por los difuntos. Los cristianos nuevoapostólicos oran para que los que han muerto sin ser redimidos encuentren la salvación en Cristo. La comunidad participa en esto en la medida en que se une a la intercesión en oración silenciosa. Esta oración suele estar enmarcada por aportes musicales como introducción y para reflexionar sobre el acto.

Bajo la mano del Apóstol

Cuando el Apóstol Mayor o el respectivo Apóstol de Distrito se encuentran en la comunidad se agrega la dispensación de los Sacramentos. El siervo no solo ora, también actúa. Durante 49 domingos al año, estos Apóstoles celebran la Santa Cena para los difuntos, pero en tres domingos, en marzo, julio y noviembre, se añaden los otros dos Sacramentos: el Bautismo con Agua y el Santo Sellamiento.

Esto también acontece de forma sencilla y reflexiva: dos portadores de ministerio se paran ante el Apóstol, quien les dispensa los Sacramentos en representación de los difuntos, en la misma forma que a los vivos. No tienen lugar las profecías. Ni los representantes son llamados proféticamente ni determinados destinatarios son mencionados por visiones.

Externamente en calma, internamente conmovida

Por muy “concretos” que parezcan los acontecimientos, la comunidad participa emocionalmente. Los cantos y la música que se presentan cumplen su función: la comunidad se sensibiliza con lo especial de estos Servicios Divinos. Al fin y al cabo, ya se han preparado para ellos el domingo anterior.

La descripción de la liturgia está disponible en PDF.

Hasta aquí la práctica actual del acto sacramental para los difuntos. El Catecismo de la Iglesia Nueva Apostólica ofrece información detallada al respecto. La próxima entrega de esta serie tratará sobre la conmemoración de los muertos en otras denominaciones y su ocasional contexto sacramental.


Foto: Frank Schuldt

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