Navidad está a la puerta
En diciembre, las festividades eclesiásticas alteran los horarios habituales de los Servicios Divinos dominicales. Estas festividades también influyen en los temas de los Servicios Divinos. ¡La Navidad está a la puerta!
Durante el Adviento, no solo se encienden velas, sino que también se traen al presente las promesas y los acontecimientos relacionados con la encarnación de Jesús. Los domingos de Adviento se centran en pasajes bíblicos del Antiguo y del Nuevo Testamento que tienen a Jesús como protagonista. Solo en el cuarto domingo de Adviento, las iglesias nuevoapostólicas no estarán abiertas.
Sin promesas vacías
Dios mantiene sus promesas. Este es el mensaje del Servicio Divino del primer día de Adviento. La palabra está tomada del Servicio Divino que celebró el Apóstol Mayor hace un año el primer día de Adviento: “He aquí vienen días, dice Jehová, en que yo confirmaré la buena palabra que he hablado a la casa de Israel y a la casa de Judá. En aquellos días y en aquel tiempo haré brotar a David un Renuevo de justicia, y hará juicio y justicia en la tierra” (Jeremías 33:14-15). Esta es una promesa que Dios hizo en tiempos muy antiguos y que también cumplió. Incluso los detalles del nacimiento de Jesús, su vida, su muerte y su resurrección se cumplieron, tal como Jeremías había predicho. Jesús mismo hizo también una promesa para el futuro: el envío del Espíritu Santo. Y esto también se cumplió. Ahora el Espíritu Santo trabaja en la Iglesia, nos enseña cómo comportarnos en forma correcta y recuerda a los creyentes la promesa que aún no se ha cumplido: el retorno de Jesús.
Luz en las tinieblas
“La luz en las tinieblas resplandece, y las tinieblas no prevalecieron contra ella”. Estas palabras de Juan 1:5 constituyen el centro del Servicio Divino del segundo Adviento. La luz representa a Jesús y las tinieblas al mundo que ha caído en el pecado. Durante el Servicio Divino, los creyentes aprenden que, al igual que nadie puede influenciar en el sol, tampoco nadie puede hacerlo en la luz de Jesús. Él alumbra las tinieblas, tanto si la humanidad acepta su luz como si no lo hace. Pero cómo podemos aprovechar la luz y cómo podemos ayudar a los demás a aprovecharla, de eso trata el Servicio Divino.
Entre lo viejo y lo nuevo
El último profeta del antiguo pacto fue Juan el Bautista. Él preparó a los seres humanos para la venida de Jesús. El texto bíblico utilizado en el tercer domingo de Adviento es un texto bíblico que el Apóstol Mayor también utilizó durante el Adviento del año pasado: “Hubo un hombre enviado por Dios, el cual se llamaba Juan. Este vino por testimonio, para que diese testimonio de la luz, a fin de que todos creyesen por él” (Juan 1:6-7). Juan el Bautista llamaba a las personas a arrepentirse, así como hoy el tiempo de Adviento sirve para el arrepentimiento. Anunció la presencia del Redentor y el nuevo pacto. Y no se sintió decepcionado porque tuvo que retractarse, sino que proclamó con gran alegría que comenzaba una nueva historia con Dios y su pueblo a través de Jesucristo.
Preparativos navideños durante la semana
Como el cuarto día de Adviento cae en la víspera de Navidad, las iglesias no estarán abiertas este domingo. En su lugar, el Servicio Divino de entresemana se centrará en un tema de Adviento, a saber, que Jesucristo trae la salvación. El pasaje bíblico de Lucas 19:38 se sitúa en el contexto de la entrada de Jesús en Jerusalén: “¡Bendito el rey que viene en el nombre del Señor; paz en el cielo, y gloria en las alturas!”. Por un lado, Jesús entra como Rey y, por el otro, esta entrada marca el comienzo de su pasión. El Servicio Divino de entresemana aborda la cuestión de cómo se puede alcanzar la comunión eterna con Dios –únicamente a través de Jesucristo– y lo que esto supone para el comportamiento de los cristianos. Ellos confiesan con palabras y hechos que Jesús trae la salvación.
Navidad
Para los pastores, los pobres, los humildes y los marginados de la sociedad, habrá sido como haber visto la gloria de Dios cuando los ángeles los sorprendieron en el campo y les dijeron: “No temáis; porque he aquí os doy nuevas de gran gozo, que será para todo el pueblo: que os ha nacido hoy, en la ciudad de David, un Salvador, que es Cristo el Señor” (Lucas 2:10-11). Este encuentro es el centro del Servicio Divino de Navidad en las comunidades nuevoapostólicas. Jesús, el recién nacido en el pesebre, parecía pobre y necesitado de ayuda, pero los pastores creyeron a los ángeles y lo adoraron como a un Rey. A veces, la gloria de Dios ya está aquí, pero todavía no se puede ver realmente. Por ejemplo, Jesús ya ha triunfado sobre el mal, pero todavía no son visibles todos sus efectos. O el reino de Dios ya está en medio de los seres humanos a través de Jesús, pero su perfección aún no es evidente. El Servicio Divino de Navidad se centra en cómo puede experimentarse ya hoy la gloria de Dios y aumenta la alegría en la espera del futuro con Dios.
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