“¡No queremos dar vuelta la Iglesia!”

La interpretación de ministerio de la Iglesia Nueva Apostólica adquiere nuevas formas: sus puntos esenciales fueron explicados hoy por el Apóstol Mayor Jean-Luc Schneider en un Servicio Divino para los portadores de ministerio de toda Europa y, además, dio una perspectiva de algunos temas aún pendientes.

“La elaboración de la interpretación de ministerio es un asunto sumamente importante para la Iglesia mundial”, destacó el dirigente de la Iglesia durante una transmisión por video desde Nuremberg (Alemania). “Para mí como Apóstol Mayor constituye una tarea santa dirigir el proceso de toma de decisiones y ocuparme de que las resoluciones puedan tener efectos de bendición para la Iglesia de todo el mundo”.

Resuelto: ministerio y función de conducción

En un comunicado de alrededor de un cuarto de hora dado a conocer a continuación del Servicio Divino, el Apóstol Mayor explicó las resoluciones más recientes de la asamblea de Apóstoles de Distrito:

  • Básicamente, las funciones de conducción ya no serán transmitidas a los portadores de ministerio mediante la ordenación, sino por medio de un encargo.
  • Para asignar a alguien un servicio que puede prestarse independientemente de un ministerio, se realiza un nombramiento.
  • La conducción de los Servicios Divinos ya no le compete automáticamente al portador de ministerio sacerdotal que para el derecho interno de la Iglesia tenga la jerarquía más alta.

Pendiente: los ministerios sacerdotales

“La distinción entre ministerio espiritual y función de conducción también tendrá repercusiones sobre el ministerio sacerdotal”, acentuó el Apóstol Mayor. Actualmente este nivel tiene una estructura muy jerárquica, “pero básicamente todos los ministerios sacerdotales, del Pastor (en algunos países denominado Presbítero) hasta el Obispo, tienen la misma autoridad ministerial”.

Se planteó la pregunta de si la presente estructura todavía responde a las necesidades actuales de la Iglesia. “Estoy convencido de que necesitamos más que nunca responsabilidades claramente definidas, tareas bien delimitadas y, ante todo, más flexibilidad”.

“Algo quisiera dejar claro ya por adelantado: las ordenaciones realizadas hasta ahora son y seguirán siendo plenamente válidas”, expresó a fin de que no se levanten dudas. “¡No queremos dar vuelta la Iglesia!”.

Abierto: la ordenación de mujeres

Además, todavía faltan aclarar muchos aspectos, dijo el máximo dirigente de la Iglesia e hizo referencia a una pregunta que se formula una y otra vez: ¿Qué pasa con las mujeres en el ministerio? “Prometo que este tema, al igual que otros temas todavía abiertos, serán respondidos”.

Sin embargo, en el trabajo que se está haciendo con la interpretación nuevoapostólica de ministerio no se trata de liberar el camino hacia la ordenación de mujeres ni de cerrarlo. “Lo que nos proponemos es definir en forma clara y comprensible los ministerios y la estructura ministerial, los servicios, así como las funciones de conducción”. Recién cuando esto esté claro, se tratarán los demás temas pendientes.

Solicitado: tiempo para la unidad

“Puedo entender que aquí o allá surja un poco de impaciencia. También soy consciente de que las expectativas son muy diferentes”, admitió el Apóstol Mayor. “Pero insisto en que estamos realizando un trabajo a fondo en este asunto. Esto, naturalmente, requiere mucho tiempo, pero es imprescindible para la unidad de la Iglesia”.

Su conclusión: “Tengan por cierto, amados hermanos y hermanas, que el Apóstol Mayor y los Apóstoles de Distrito somos conscientes de nuestra responsabilidad frente a Dios y la Iglesia. Preguntamos por la voluntad de Dios y nos queremos dejar guiar por el Espíritu Santo”.

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