Este año el mes de noviembre tiene cinco domingos. El año litúrgico está terminando, en el último domingo ya comienza el tiempo de Adviento. ¡Qué rápido pasa un año! Motivo suficiente para ocuparse de las “últimas cosas”. Y esto hace referencia a un pensamiento teológico básico.

¿Quién o qué es la Iglesia Nueva Apostólica? En todo caso, más que una sola Iglesia, es decir, una agrupación de Iglesias independientes, si se la mira legalmente. ¿Qué hace que sea una unidad a nivel mundial?

Juan el Bautista preparó la llegada del Mesías. La comunidad hoy prepara el retorno de Cristo. Dos enunciados centrales de la prédica del Apóstol Mayor en Fellbach. Además, mencionó cómo hacerlo.

"Amén; sí, ven, Señor Jesús". Así introduce la anteúltima frase de la Biblia el Adviento de la cristiandad. ¿Puede la cuarta perspectiva reflejar totalmente a quién esperan los creyentes?

Servicio Divino y promover la comunión, hacer música y ayudar al prójimo. En todos los continentes, la vida en la comunidad es muy activa. Una gira por diferentes países.

El fiel servidor, el Redentor prometido y ahora el hombre perfecto. La tercera de cuatro respuestas a la pregunta que nos ocupa en este Adviento que concierne a "Maran-atha": ¿Quién es exactamente nuestro Señor, el que viene?

"Este es el primer mensaje de Adviento: Dios siempre cumple lo que promete". El Apóstol Mayor Jean-Luc Schneider lo demuestra con una gira por el pasado, el presente y el futuro.

Lo que es seguro es "Maran-ata" – "El Señor viene". Cada Adviento nos lo recueda. Sin embargo, ¿quién es el que esperan los creyentes? La segunda de cuatro perspectivas.

Fellbach. Este nombre significa mucho en los círculos nuevoapostólicos. El Apóstol Mayor Richard Fehr recibió allí su elevado ministerio y también pasó allí al estado de descanso ministerial. Su sucesor, el Apóstol Mayor Wilhelm Leber, fue ordenado allí. El domingo visita la comunidad el Apóstol Mayor actual.

"¡Maran-ata!". El llamado por el retorno de Cristo se adapta perfectamente al Adviento, el tiempo de la espera y la venida. ¿Pero quién es exactamente el que vino y que vendrá nuevamente? La primera de cuatro perspectivas.

El viejo año litúrgico ha terminado, el nuevo ya comenzó. El tiempo de Adviento es más que cantar hermosos himnos, más que árbol de Navidad y aromas agradables. ¡Que el tiempo de espera sea un tiempo activo!

Noviembre es en el hemisferio norte un mes oscuro: los días son más cortos, el clima se vuelve más rudo. Para muchos esto ejerce presión sobre el ánimo. Sin embargo, la esperanza siempre es más fuerte que la noche. Pues todo sigue su curso.

La nueva tendencia es ayunar a intervalos. Entretanto hay miles que lo aconsejan en las librerías. Pero ayunar es más que no comer. Tiene consecuencias que hay que admitir. Consideraciones sobre el Miércoles de Ceniza.

María, la madre de Jesús, fue una mujer especial. Hasta hoy sigue siendo el símbolo de la Iglesia por su firmeza en la fe. Así como ella tuvo fe, también la Iglesia debe irradiar su fe. Pensamientos al respecto provenientes de un Servicio Divino con el Apóstol Mayor Jean-Luc Schneider.

Jonás corre, sin meta ni orientación. Sabe perfectamente que no se puede escapar de Dios. Pero igual lo intenta.

Más bienaventurado es dar que recibir, un texto bíblico que se lleva a la práctica con frecuencia. Echando un vistazo a los continentes se puede ver que son muchos los aportes que se hacen: talentos, tiempo, dinero, que dan lugar una y otra vez a alegrías y agradecimiento.

A veces el Adviento dura demasiado. Años y décadas en lugar de semanas y meses. Entonces el hilo de la paciencia se rompe. Y se hacen cosas por desesperación. Pero al final puede haber una risa. Nos lo enseña un clásico de la Biblia.

Berlín vale la pena un viaje, lo saben más de 30 millones de turistas que visitan Berlín cada año. Este fin de semana, el Apóstol Mayor Jean-Luc Schneider es huésped en la capital alemana. Celebra el Servicio Divino en Berlín-Tegel.