Cuando una gran multitud se convierte en una manada pequeña

¿Qué imagen bíblica podría transmitirse a una comunidad de más de 26.000 creyentes? El Apóstol Mayor eligió la imagen de la manada pequeña y la explicó de forma impresionante.

El 23 de julio de 2023, el Apóstol Mayor Jean-Luc Schneider visitó a la comunidad Kananga (RD Congo) y la sirvió con las palabras de Lucas 12:32: “No temáis, manada pequeña, porque a vuestro Padre le ha placido daros el reino”.

La manada pequeña

En primer lugar, el Apóstol Mayor Schneider explicó la imagen de la manada pequeña. Si se reuniera una multitud tan grande como en Kananga, sería extraño hablar de una manada pequeña. Comparada con la población mundial, sin embargo, es una manada pequeña: “Hay muchas personas que ni siquiera conocen a Jesús, así que desde esta perspectiva somos una manada pequeña. Pero hay que acordarse de que el retorno de Jesucristo no está ligado a las estadísticas de miembros de la Iglesia Nueva Apostólica. La preparación de la novia no se mide por los números, sino por la madurez espiritual de los hijos de Dios”.

El hecho de que la manada sea “pequeña” también es una señal de que muchos hermanos viven en circunstancias modestas. Pues la fidelidad a Dios no conduce necesariamente a la riqueza material, ya que “el amor de Dios a sus hijos no se mide por la riqueza ni por el éxito”.

“Somos enviados para anunciar el Evangelio y preparar a la novia, no para realizar grandes y espectaculares milagros”, dijo el Apóstol Mayor Schneider. Esto también lleva a que la Iglesia sea considerada “pequeña”. Los errores que se cometen dentro de la Iglesia también son para muchos un claro signo de imperfección y una referencia a la “manada pequeña”.

El rechazo de la violencia y nuestro silencio cuando somos atacados también pueden considerarse signos de debilidad, de los que algunos se burlan. Aquí lo que vale es que: “No son las personas las que deciden. Es Dios, nuestro Padre, quien decide”.

En resumen, la manada es pequeña a los ojos de algunas personas.

El beneplácito de Dios

Dios, sin embargo, quiere “dar el reino” a esta manada pequeña. Con esto se entiende la comunión perfecta con Dios: “Este reino es la vida eterna, es la comunión eterna con Dios en casa, en el cielo, donde todo es perfecto, donde el mal y la muerte ya no existen, donde las personas están en comunión perfecta con Dios y entre sí, donde podemos ser verdaderamente como Jesucristo, como si, como Jesús, nunca hubiéramos cometido un pecado”.

El Apóstol Mayor Schneider explicó las palabras de Jesús de que el reino de Dios ya puede encontrarse en esta tierra, en medio de los seres humanos, de la siguiente manera: “El reino de Dios también es nuestra experiencia de la presencia de Dios en nuestra vida, ya aquí en Kananga”. Así, Dios ya envía a hermanas y hermanos a hacer el bien en la comunidad. A través de esta comunión, ya se puede experimentar la presencia de Dios.

Permanecer en la manada de los “pequeños”

Para poder recibir este reino, es importante permanecer en la manada de los pequeños, enfatizó el Apóstol Mayor: “Permanecer en la manada de los pequeños significa permanecer humilde ante Dios”.

Esto implica lo siguiente:

  • Saber que todo procede de la gracia de Dios y no del mérito propio: “Esto nos hace humildes ante Dios y ante nuestros semejantes. Sabemos que no somos mejores que nuestro prójimo”.
  • Aceptación, confianza y obediencia a Dios como lo dejó claro Jesús: “Padre, hágase tu voluntad, haz lo que tú quieras”.
  • Seguimiento más allá de la mera asistencia a la Iglesia: “Los que pertenecen a su manada lo siguen, siguen su ejemplo. No vienen a la Iglesia para ser servidos, sino para servir a Dios y a sus semejantes. Seguir a Jesús es querer ser semejantes a Él, aprender a reaccionar como Él reaccionaba”.
  • Fidelidad al apostolado, sabiendo que: “en la Iglesia Nueva Apostólica la cuestión nunca son los seres humanos, la cuestión es el Señor Jesucristo y el apostolado, el ministerio en general; la cuestión es la enseñanza de los Apóstoles, así como se encuentra en nuestro Catecismo”.

¡No temáis!

El Apóstol Mayor recordó la promesa de Jesús de que estará con sus Apóstoles hasta el final y cuidará a su Iglesia. Además, instó a no perderse en discusiones y peleas cuando uno es atacado, sino a orientarse también aquí en Jesús, porque: “No temas, manada pequeña, mantén la calma, ya verás que al final de la historia el que gana es Jesús”.

Al término de su prédica, el Apóstol Mayor volvió a dar ánimo a la comunidad: “Hermano, hermana, no temas al defender al Señor y servirlo. Él siempre te dará mucho más de lo que tú le das, la gloria eterna es muy, muy grande, más de lo que podemos imaginar”. Y resumiendo su prédica, dijo: “Permanece en la manada de los pequeños, sé humilde ante Dios y pide su misericordia, ten fe y obedece a Dios como un hijo obedece a su padre. Confía en Él pase lo que pase, sigue su ejemplo, sirve al Señor, vuélvete como Jesús, permanece fiel al apostolado, no temas, Dios cumple sus promesas, Jesús está con su Iglesia y está con sus Apóstoles, Jesús vendrá nuevamente”.

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