Desde un país pequeño al ancho mundo

Pequeña comunidad con importantes repercusiones: a pesar de los pocos miembros que tiene la Iglesia Nueva Apostólica en Dinamarca, de ella surgió un Apóstol de Distrito. Y no sólo eso, ya que en Dinamarca se encuentran las raíces del trabajo de la Iglesia en un lejano subcontinente.

Un programa televisivo de preguntas y respuestas se llama “¿Quién quiere ser millonario?”. En su más reciente visita a Dinamarca, los jóvenes introdujeron al Apóstol Mayor Jean-Luc Schneider a los hechos históricos que marcaron el surgimiento de la Iglesia en este país, y para hacerlo utilizaron un juego de preguntas y respuestas de formato similar preparado por ellos. Con auxilio del comodín del público y de muchas ayudas de los presentes, realmente fue posible ganar el premio mayor.

La Iglesia se inició con un carpintero

La historia de la Iglesia Nueva Apostólica en Dinamarca comenzó con un carpintero. Hermann Max Ochsendorf fue sellado en 1905, un año después se mudó a Højer y nueve años más tarde a Tønder. En ambas localidades pronto se realizaron reuniones y fueron surgiendo comunidades hasta el año 1922. En ese año, Hermann Ochsendorf fue instituido Pastor en la primera visita de un Apóstol Mayor. Esto ocurrió en septiembre de 1922, cuando Hermann Niehaus y su Ayudante Johann Gottfried Bischoff recorrían el país.

Hoy, la Iglesia de Dinamarca cuenta unos 440 miembros repartidos entre seis comunidades en Brønshøj (København), Hjordkær, Horsens, Sønderborg, Tønder y Bornholm. De ellas también forman parte muchos hermanos y hermanas en la fe originarios del Congo (ex Zaire) y cuyas segunda y tercera generaciones de descendientes viven en Dinamarca.

La conducción del Distrito con sus 25 portadores de ministerio está a cargo del Anciano de Distrito Bjarne Schmidt y del Evangelista de Distrito Peter Damgaard. El Apóstol competente en esta área de actividad es Jürg Steinbrenner y el Apóstol de Distrito a cargo es Rüdiger Krause. La fluida cooperación con los hermanos y hermanas en la fe de Alemania se desarrolla, ante todo, a través del trabajo con la juventud. En esta actividad está involucrada, en primera línea, la región de Nordschleswig, Nordslesvig en danés, que antes del referéndum de 1920 pertenecía a Alemania y ahora pertenece al territorio de Dinamarca.

Un Sellamiento con repercusiones

El Servicio Divino del 15 de diciembre de 1968 realizado en la comunidad de Tønder tuvo repercusiones históricas. En él, entre otras personas, el Apóstol de Distrito Karl Weinmann selló a una mujer originaria de la India llamada Ángel Robinson. Ella llegó a Dinamarca como acompañante de viaje de un grupo de turistas y aquella vez durante su estancia en el país conoció la comunidad nuevoapostólica de Copenhague.

“Es una mujer ávida de conocimiento, que no para de hacer preguntas“, con estas alegres palabras el Apóstol de Distrito Weinmann se dirigía en su momento a su colega ministerial canadiense Michael Kraus describiendo a la primera mujer india, miembro de la Iglesia danesa. “Que nuestro Padre celestial bendiga esta siembra para que muchos de sus connacionales encuentren el camino a la Obra de Redención de Jesucristo”.

De Dinamarca a la India y a Australia

El entusiasmo de Ángel Robinson por su nueva fe realmente se transmitió, primero a su familia al regresar pocos meses después a su país de origen. Su hijo fue sellado en 1970. Se trataba de John Robinson, luego Apóstol, y acerca de quien decía en su último adiós: “Fue la puerta por la cual logró entrar la Obra del Señor a la India”. Hoy, cientos de miles de miembros de la Iglesia viven en este subcontinente.

Andrew H. Andersen también tiene sus raíces en Dinamarca, ya que nació en 1951 en Copenhague como primer hijo de un matrimonio evangélico. En 1956 emigró a Australia junto con su familia. La familia conoció la Iglesia Nueva Apostólica por medio de un colega del trabajo de su padre. Y Andrew Andersen fue sellado en 1962. Desde 2001 es el Apóstol de Distrito que dirige la Iglesia regional Australia.

Ante Dios y los hombres

Tønder, el lugar donde se realizó la más reciente visita del Apóstol Mayor, se considera un “paraíso de las bodas”, igual que muchas otras ciudades danesas próximas a la frontera. En estas ciudades se requieren menos formalidades para casarse que en otros países, como es el caso en Alemania. Aún así, los matrimonios que allí se celebran están reconocidos en toda la Unión Europea. De hecho, allí celebran su unión para toda la vida entre 2500 y 3000 parejas por año y sólo un cinco por ciento es originario de la región.

Casarse por Iglesia en Dinamarca también tiene sus particularidades, así comenta el Apóstol Steinbrenner. Mientras que en la vecina Alemania, la condición necesaria del casamiento por Iglesia es la celebración previa del matrimonio por Registro Civil, los cristianos daneses también pueden darle carácter jurídico-vinculante a su matrimonio en la Iglesia sin pasar antes por el Registro. Con este propósito, los ministerios sacerdotales deben aprobar una instancia de estudios pública y luego renovar regularmente su matrícula. Con ella quedan habilitados para celebrar uniones para la vida al mismo tiempo ante Dios y ante los hombres.

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