“Es tiempo de hacer el bien”. El lema del año se aplica sobre todo a los niños. Esta vez, la pregunta es: ¿cómo se puede animar positivamente a los niños?
En los niños, el valor se desarrolla en la medida en que experimentan un fortalecimiento interior y desarrollan confianza en sus propias capacidades. Este proceso comienza ya desde pequeños.
Cuando los educadores alientan positivamente a los niños en sus actividades, estos se sienten orgullosos y se animan a ampliar sus habilidades motoras y su ámbito de experiencia. Al probar cosas nuevas, los niños experimentan éxitos, pero también pueden ir conociendo sus límites y pueden aprender de sus errores.
El valor se nutre del ánimo y de la necesidad básica de todo ser humano de ser amado y valorado. Los niños que reciben muchas críticas y poco apoyo en su entorno directo pierden la fe en sí mismos. Por el contrario, los niños que se sienten aceptados aprenden a admitir sus propias fortalezas y debilidades. Hay que tener en cuenta que el valor también puede significar no hacer algo, formular claramente los propios límites y no avergonzarse de ello.
Con su ejemplo, los padres pueden mostrar a los niños cómo se puede diferenciar el valor de la imprudencia y cómo encontrar un buen equilibrio entre el valor y la aceptación de los propios límites.
Se puede animar a los niños con seis frases mágicas:
- “Te veo”.
Con esta frase, los padres muestran que se interesan por una situación, dan confianza y no le quitan al niño la experiencia que gana con su propia actividad.
- “Todavía no”.
Esta frase puede motivar a un niño. Si está frustrado porque no consigue dar una vuelta carnero y su padre le dice: “Todavía no lo logras”, eso significa que si sigue practicando un poco más, algún día lo logrará.
- “Te creo”.
Una frase importante, sobre todo cuando un niño cuenta, desde su punto de vista, a qué le tiene miedo y por qué. Esta respuesta puede dar lugar a una conversación que le ayude a superar su miedo.
- “¿Qué te pareció a ti?”.
Cuando los padres le hacen esta pregunta al niño, no juzgan directamente una situación, sino que lo animan a reflexionar sobre un acontecimiento y a expresar sus sentimientos.
- “Lo lograste”.
Esta frase expresa aprecio y hace crecer la autoestima del niño.
- “Te quiero”.
Los padres no solo deben decir esta importante frase cuando el niño tiene éxito, sino también cuando fracasa. Le transmite al niño que el amor, el aprecio y el respeto de los padres no dependen de sus logros. Así puede desarrollar el valor para definir sus límites y decir “no” de vez en cuando.
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Sobre la autora

Natascha Wolf estudió magisterio y trabaja como directora y maestra en una escuela primaria. Tiene tres hijos. Está activa como maestra de escuela dominical y directora del coro de niños del distrito Rottweil, Alemania.