
“Es tiempo de hacer el bien”. El lema del año se aplica sobre todo a los niños. En nac.today, profesionales explican cómo hacerlo con fe. Esta vez se trata de la oración.
Nuestras oraciones deben incluir adoración, agradecimiento, petición e intercesión.
Sin embargo, no todas las oraciones tienen que abarcar con palabras bien formuladas todas las áreas. Es más importante que los niños se encuentren a sí mismos en la oración.
Los niños pequeños pueden, por ejemplo, contar lo que han vivido durante el día y luego resumirlo en una oración conjunta para agradecer por ello. A medida que los niños crecen, pueden añadir primero palabras sueltas y luego frases enteras.
Los padres y los niños también pueden turnarse alternándose en la oración, diciendo los padres frases introductorias sencillas que los niños completan con sus experiencias personales: “Amado Dios, te damos las gracias por este maravilloso día…”, “… ¡y porque pude volver a encontrar mi juguete!”.
Si los niños mayores quieren contribuir más, tampoco tienen que decir toda la oración. En su lugar, pueden añadir contenidos que sean especialmente importantes para ellos.
Para que la oración sea más tangible para los niños, pueden prepararla con acciones adecuadas:
- Preocupaciones: Los niños escriben sus preocupaciones en una piedra y la tiran (bajo supervisión) a un lago o río. A continuación, alguien hace una oración con ellos.
- Arrepentimiento: Los niños escriben aquellas cosas por las que se arrepienten en papel soluble en agua y luego lo deshacen en una palangana con agua. Después dan gracias a Dios por su voluntad de perdonar.
- Oro por ti: Los padres cuentan a sus hijos sus deseos y los niños oran por los padres.
- Adoración, agradecimiento, petición, intercesión: Los niños escriben cada uno lo que pueden decir en una tarjeta preparada. Durante la oración, pueden leer la tarjeta en voz alta o resumirla libremente.
- Lo que no se puede decir: Si faltan las palabras, los niños pueden leer los Salmos junto con sus padres y elegir un versículo que se ajuste a su petición para la oración.
- Intercesión: En un diario se pueden encontrar innumerables personas por las que orar: por ejemplo, personas necesitadas y quienes los ayudan.
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Sobre la autora

Maraike Finnern trabaja como profesora y orientadora escolar en una escuela primaria de Hamburgo. Dirige el grupo de trabajo “Niños y Enseñanza” de la Iglesia regional Alemania del Norte y del Este.