De la construcción de iglesias al himnario
Wilhelm Sebastian fue un hombre de misiones especiales. Con solo 25 años, se trasladó de Hamburgo a Brunswick para construir allí una iglesia. Otra de sus misiones especiales sigue siendo importante para la Iglesia en la actualidad.
Wilhelm Sebastian nació hace 175 años. Primero estudió ingeniería mecánica y más tarde conoció la comunidad apostólica de Schladen, cerca de Brunswick. En 1868 fue sellado por el Apóstol Carl Wilhelm Luis Preuss.
De Schladen a Hamburgo
Cuando se quedó sin trabajo, Wilhelm Sebastian se trasladó a Hamburgo, donde había encontrado un buen trabajo. Se involucró en las actividades de la comunidad apostólica y así llamó la atención del Apóstol Preuss.
De Hamburgo a Brunswick
El Apóstol Preuss depositó una gran confianza en el joven y lo envió a Brunswick en 1871. El en ese momento Anciano y más tarde Apóstol Mayor Friedrich Krebs necesitaba ayuda en su área de actividad alrededor de Brunswick. El Apóstol Preuss reunió a los hermanos jóvenes de la comunidad de Hamburgo y les preguntó quién de ellos quería ir. Ninguno quiso aceptar la misión especial. Entonces el Apóstol Preuss se dirigió directamente a Wilhelm Sebastian: “Sebastian, ¿y tú?”. “Si usted me envía, iré”, respondió y ese mismo año renunció a su empleo y se trasladó a Brunswick. Allí, ya habiendo sido ordenado como Subdiácono, encontró empleo en una fábrica de máquinas de coser y trabajó para la Iglesia en su tiempo libre. Solo un año más tarde solicitó al departamento de policía de Brunswick la fundación de una comunidad cristiana apostólica.
En 1872 Wilhelm Sebastian se casó con Anna Fischer. Ella y sus padres fueron de los primeros en ser sellados en Schladen, y se dice que fue su padre quien dio testimonio de la fe en el ministerio de Apóstol restaurado al posterior Apóstol Mayor Krebs.
De Brunswick a Wolfenbüttel
Ese mismo año, Wilhelm Sebastian, ya Diácono, recibió otra misión especial siendo destinado a Wolfenbüttel. Allí compró un edificio con un negocio de bicicletas y máquinas de coser y convirtió su granero en un lugar de reunión para la comunidad que debía establecer.
La comunidad de Wolfenbüttel era una de las más pobres. Se dice que los primeros hermanos fueron un ciego y un vagabundo. Pero Wilhelm Sebastian no se dejó amilanar por ello y emprendió muchos viajes a pie, a caballo o en un compartimento de tren por encargo de su Anciano para difundir su fe en toda la región.
Del coro de voces masculinas al himnario
1899: Cuando Friedrich Krebs, ya Apóstol Mayor, salió del polvoriento compartimento del tren tras un largo y agotador viaje a Brunswick, fue recibido por un cuarteto de voces masculinas que interpretaba alegremente cantos cristianos. Esto era una novedad absoluta en la Iglesia Apostólica. El Apóstol Mayor Krebs estaba encantado. Se dio cuenta de que la Iglesia y la música van bien juntas, y dio la indicación de seguir promoviendo los coros y las orquestas. Además, Wilhelm Sebastian recibió la misión especial de publicar un himnario nuevoapostólico. Wilhelm Sebastian, que entretanto había sido ordenado como Anciano y pronto llegaría a ser Obispo, cumplió con gusto sus nuevas tareas especiales. Pronto la comunidad de Wolfenbüttel tuvo un coro y un coro de niños.
Probablemente en 1898 Wilhelm Sebastian publicó el primer “Himnario Apostólico junto a una breve introducción para el Servicio Divino” como edición de texto. Los portadores de ministerio podían leer en él cómo se estructuraba la liturgia de los Servicios Divinos, cómo podían formular las oraciones o qué debían decir en ocasiones festivas como Bautismos o bodas. Los hermanos y hermanas disponían ahora de un himnario con 390 cantos, ordenados según las fiestas y el año litúrgico. Un poco más adelante, se añadió un apéndice con 131 cantos. Eran en parte cantos revivalistas de las Iglesias Libres Evangélicas y corales evangélicos, pero también producciones propias de texto y música. Poco después, la comunidad de Bielefeld puso a disposición un libro para acompañamiento de órgano.
De Wolfenbüttel de nuevo a Brunswick
En algún momento su misión especial se convirtió en algo permanente, pues el Apóstol Mayor Krebs ordenó a Wilhelm Sebastian como Apóstol. El trabajo de editorial fue asumido por el hermano Karnstädt en Wolfenbüttel, y Wilhelm Sebastian se trasladó con su mujer y sus hijas Elise y Margarete al primer piso de la primera iglesia de Brunswick. Para que Wilhelm Sebastian pudiera concentrarse plenamente en su ministerio, su hijo se hizo cargo del negocio de bicicletas y máquinas de coser en Wolfenbüttel.
Cuando Wilhelm Sebastian asumió la dirección del área de actividad de Baja Sajonia, Sajonia-Anhalt y Sajonia/Turingia en 1905, sintió cómo ese trabajo agotaba sus fuerzas. Por ello, solo dos años más tarde se acogió al merecido descanso ministerial. Pudo disfrutar de su estado de descanso durante 5 años, hasta que murió en 1912, unos días antes de cumplir 66 años.
Foto: NAK Westdeutschland Zentralarchiv
Información del artículo
Autor:
Fecha:
Palabras claves:
Katrin Löwen
14.06.2021
Europa,
apóstol ,
personalidades