El joven que compartió su Confirmación

Vestido con traje y zapatos elegantes, La Grah está en la calle repartiendo comidas y pasteles empaquetados en cajas de cartón. Sonríe. Hoy es un día especial para él: celebra su Confirmación, a su manera.

La Confirmación: primero el acto de bendición en la Iglesia y luego la celebración con la familia y los amigos con una deliciosa comida... No, eso no es lo que quería La Grah Trout de Atlantis, un suburbio de Ciudad del Cabo (Sudáfrica). Después del Servicio Divino de Confirmación el 6 de febrero, recorrió la ciudad con sus padres para llevar comida a los sin techo.

Celebración de la Confirmación en la calle

La Grah y sus padres comenzaron a repartir paquetes de comida frente a la comisaría de Table View. Cargados con 200 paquetes, se abrieron paso a lo largo de Parklands hasta llegar a la playa de Melkbos.

Cuando se le preguntó si había participado antes en la ayuda a personas necesitadas, La Grah dijo que no. Solo en la escuela primaria había compartido un almuerzo con los sin techo. Su madre recuerda algo más: “Le daba la comida sobrante de eventos deportivos a un indigente”. Este hombre se convirtió en amigo de La Grah. Pero luego murió de hipotermia. La Grah se entristeció mucho por esto. Así fue madurando en él un plan para hacer algo bueno por los sin techo de su barrio.

La familia de La Grah no es rica. “Somos ricos en espíritu”, subraya. A menudo tienen dificultades financieras. Sin embargo, tienen un hogar, aunque sea pequeño y La Grah debe compartir la habitación con su abuela.

Jesús, el modelo a seguir

No obstante, no es indiferente al sufrimiento de los demás. Sus padres y la Iglesia Nueva Apostólica le han enseñado a ayudar a los necesitados. Jesús, que ayudó a las personas que sufren, es su modelo.

Y entonces se dirigió a sus padres un año antes de su Confirmación. “Me dijo que quería compartir su Confirmación con personas sin hogar, porque la mayoría de los que vienen a las fiestas de Confirmación tiene comida en casa”, dice su madre Chandré Trout. “Y hay gente afuera que no tiene nada que comer, y mucho menos una casa. Así que quiso compartirla con ellos”.

Entre la conmoción y el orgullo

Al principio, los padres se sorprendieron. “Como es nuestro primogénito, quería darle una Confirmación memorable”, informa su madre. Pero el orgullo de Chandré Trout por haber criado a un joven con esa actitud pronto se impuso.

La Grah también recibe reconocimiento de otras maneras. “Si has obrado de corazón, serás bendecido”, dijo su dirigente. La Grah solo se lo contó a unos pocos, y los miembros de la comunidad que se van enterando quedan encantados. Los compañeros de Confirmación a los que puso al corriente, lo admiran. “Dijeron que querían hacer algo similar en el futuro”.

Desde el corazón

Esto es exactamente lo que hace feliz a La Grah, porque no lo hizo para ser admirado, lo que le importa es ayudar. “Ver la alegría en los rostros de aquellos a los que di los paquetes y saber que no tienen que ir a buscar comida ese día”.

Un periódico local se enteró e hizo un artículo al respecto. La Grah envió a su madre a ser entrevistada. “Les pedí a mis padres que me disculparan porque yo no quería publicidad”. Le parecía que si iba él no le había salido realmente del corazón.

¿Se perdió algo del día de su Confirmación? “No, en absoluto”, asegura La Grah. “Mi día fue exactamente como yo quería”. Sin duda, volvería a hacerlo. “Me sentí muy bien al poder compartir con los necesitados”. Le gusta contar su mejor experiencia de ese día: “Mis padres y yo le dimos un paquete con un pastel a un hombre en un semáforo. Las cajas de cartón con la comida estaban en el baúl del auto y por eso no pudimos darle ninguna. Pero saltó de alegría cuando vio el pastel. Estaba muy contento porque no recordaba la última vez que había conseguido algo de comer sin tener que mendigar. Fue un momento muy emotivo que nos dio mucha alegría a todos”.

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Katrin Löwen
29.03.2022
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