El mundo entero en su mano
Un objeto de la fe tan grande que no cabe en un Servicio Divino. Menos mal que octubre tiene cinco domingos. Habrá en ellos muchas oportunidades para observar la creación de Dios, desde cinco perspectivas diferentes.
La gloria de la creación
Claro, un árbol no tiene una voz que los seres humanos puedan entender. Pero su propia existencia da testimonio del poder de su Creador y lo alaba. Y el hecho de que todo funcione tan maravillosamente, que el árbol alimente a los animales con sus frutos, por ejemplo, honra a Dios que creó todo de esta manera. Este tipo de alabanza es la que aborda el primer Servicio Divino de octubre. Se basa en el pasaje bíblico de Salmos 19:1-3.
Aún más que la creación natural, la creación espiritual honra a Dios. Así, la Iglesia alaba a su Creador cuando anuncia el Evangelio, dispensa los Sacramentos y muestra a los seres humanos el camino al arrepentimiento. Y, además, cuando sus miembros se sirven unos a otros con amor. Estos miembros son los cristianos. Alaban a su Creador a través de sus obras, que están orientadas al Evangelio.
El pan de cada día
La petición “El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy” de Mateo 6:11 es el tema central del segundo Servicio Divino dominical de octubre. Esto significa tanto la provisión para las necesidades de la vida como para las necesidades espirituales. Porque la palabra de Dios es imprescindible para el alma y la vida eterna. Por lo tanto, la petición por la salvación del alma debería ser al menos tan intensa como la petición por la vida material. El Servicio Divino exhorta a pedir a Dios la fuerza para hacer su voluntad. Solo así se puede recibir la vida eterna.
Y luego el Servicio Divino aborda el pan de vida: la Santa Cena, de la que también se debe participar regularmente para poder crecer en Cristo.
Dios protege su creación
Dios protegerá su creación hasta el final. Esto queda claro con una palabra bíblica de Apocalipsis en el tercer Servicio Divino dominical. ¿Por qué? Porque solo en ella se puede anunciar su Evangelio. Incluso cuando Cristo lleve consigo a la comunidad nupcial, la creación todavía será preservada, porque el reino de paz se llevará a cabo en la tierra.
Por lo tanto, todo cristiano también tiene una responsabilidad: ¡debe vivir de tal manera que no le haga daño a la creación!
Toda la creación necesita salvación
La palabra bíblica del cuarto Servicio Divino dominical trata del anhelo ardiente de la criatura, de la vanidad, pero también de la esperanza (Romanos 8:19-21). Porque aunque Dios creó bueno al mundo, ya no fue tan perfecto después de la caída en el pecado. Los seres humanos y el resto de la creación esperan la salvación de Dios. Dios no solo ama a los seres humanos, sino a toda su creación. Por lo tanto, un creyente que es consciente de ello, ¿no debería actuar de forma que respete y proteja todo lo creado por Dios?
La creación visible e invisible
El último Servicio Divino dominical de octubre sirve de preparación para el Servicio Divino en ayuda para los difuntos. Por lo tanto, se referirá de nuevo a la parte de la creación que los seres humanos no ven. Muchas personas se esfuerzan tanto por lo visible, lo material, quieren mucho dinero y éxito en la vida, que a menudo se olvidan de su Creador. Sin embargo, Él es el Señor, tanto de los vivos como de los muertos. Jesús ha triunfado sobre la muerte y el pecado. No solo los vivos pueden tener parte de esta victoria, sino también los muertos. El Servicio Divino invita a los creyentes a orar por la salvación de todos, incluidos los difuntos, en los que nadie piensa.
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