

“Es tiempo de hacer el bien”: el lema del año se aplica sobre todo a los niños. Y esto también tiene que ver con la salvación del alma. ¿Cómo se puede enseñar a los niños la importancia del Servicio Divino? Consejos no solo para los padres.
Cuando pregunto a mis hijos por qué van a la iglesia, me responden encogiéndose de hombros: “Porque tú también vas”. Cuando miro en la Biblia, dice que Cristo resucitó un domingo y que, por lo tanto, el domingo es festivo. Además, el tercer mandamiento dice que el séptimo día es día de reposo.
Muchas veces, después del Servicio Divino, a los niños se les iluminan los ojos y entonces sé que allí conocen a Jesús, aunque no lo expresen con palabras como los adultos. Si a alguien lo queremos mucho, lo queremos visitar seguido y conocerlo cada vez mejor. Conocemos a Jesús sobre todo en los Servicios Divinos.
Todas estas respuestas dan que pensar a los educadores sobre cómo pueden guiar a los niños para que reconozcan por sí mismos el valor de los Servicios Divinos. Para que la Iglesia y la fe se conviertan en parte integrante de la vida de los niños, es necesario anclarlas en su vida y su pensamiento cotidianos. Aquí cinco consejos:
Pequeños servicios: Ayudar a dar la bienvenida a los creyentes cuando llegan a la iglesia, tocar en el coro de niños o en la orquesta: una pequeña tarea muestra a los niños lo importante que es para ellos estar allí y participar. Cuando se dan cuenta de que se los necesita, van al Servicio Divino con un sentimiento positivo.
La palabra de Dios para la vida cotidiana: Tanto si los niños asisten a la preescuela como a la escuela dominical o a un Servicio Divino de la comunidad, es importante que después se lleven algo, quizá trasladen una historia bíblica a su vida cotidiana y reconozcan así el valor de la palabra de Dios para su vida.
Preparación y seguimiento: Tiene sentido que los niños se preparen el sábado para el Servicio Divino dominical, ya sea conversando, en la oración de la tarde o ayudando a sus padres a decorar el altar con flores o a limpiar la iglesia. Esto puede crear expectación para el domingo. Después del Servicio Divino, los padres pueden preguntar: ¿Qué te acuerdas del Servicio Divino? o ¿Qué tema has tratado en clase? De este modo, los niños pueden visualizar el tema una vez más y lo que han vivido quedará firmemente anclado en su mente.
Encontrar la paz: A menudo, incluso los niños se sienten estresados por la vida y las exigencias que se les imponen, y necesitan hacer una pausa para ocuparse de su interior. Un Servicio Divino puede ser un descanso para ellos.
Ser un modelo: Los padres solo pueden transmitir a sus hijos el valor de la palabra predicada, el perdón de los pecados y la Santa Cena si ellos mismos se toman en serio la asistencia a los Servicios Divinos y valoran lo que allí reciben.
Foto: John Arnold
Sobre la autora

Natascha Wolf estudió magisterio y trabaja como directora y maestra en una escuela primaria. Tiene tres hijos. Está activa como maestra de escuela dominical y directora del coro de niños del distrito Rottweil, Alemania.