La Iglesia con ganas de edificar

La tercera ola de la pandemia sigue teniendo un firme control en casi todo el mundo, pero no puede impedir que los creyentes sigan edificando la comunión. Algunas buenas noticias del mundo nuevoapostólico.

Nuevos edificios, nuevos altares, por fin otra vez Servicios Divinos y capacitaciones después de la pandemia. En la Iglesia se edifican comunidades y edificios.

Un nuevo lugar para la palabra de Dios

Domingo de Agradecimiento por la cosecha en Madina (Ghana): el ayudante del dirigente de distrito John Hammond conduce un Servicio Divino centrado en el agradecimiento a Dios. El pasaje bíblico utilizado es Génesis 2:2-3: “Y acabó Dios en el día séptimo la obra que hizo; y reposó el día séptimo de toda la obra que hizo. Y bendijo Dios al día séptimo, y lo santificó, porque en él reposó de toda la obra que había hecho en la creación”. El portador de ministerio habla del agradecimiento en un lugar especial: los hermanos en la fe que querían expresar su gratitud en el Día de Agradecimiento por la cosecha habían donado un nuevo altar a la comunidad.

Edificar la comunidad

En septiembre y octubre, los portadores de ministerio se reunieron en Ekaterimburgo (Rusia) y Estocolmo (Suecia). Allí pudieron intercambiar ideas con sus Apóstoles Marat Aktschurin y David Heynes y debatir sobre cuestiones de su vida de fe cotidiana. En Estocolmo tuvo lugar una reunión paralela de los maestros, que también debatieron sobre temas relacionados con la fe y fomentaron la comunión entre ellos. Los participantes suecos y alemanes fueron agasajados con especialidades locales y el punto culminante fue un Servicio Divino final conjunto con el Ayudante Apóstol de Distrito Helge Mutschler.

Edificar iglesias

Fue un día nublado pero sin lluvia en septiembre cuando 120 hermanos en la fe nuevoapostólicos y otros cristianos se reunieron en la propiedad de la Iglesia en Taucha (Alemania). Se iba a colocar la primera piedra del nuevo edificio de la Iglesia Nueva Apostólica. Tras el discurso del responsable del proyecto, el Obispo Thomas Matthes leyó el pasaje de Isaías 45:18 y deseó a la comunidad que la iglesia, al igual que la tierra creada por Dios tal y como se describe en este pasaje, no esté en vano, sino que sea un lugar habitado por la presencia de Dios, de armonía, amor y perdón.

El intendente, el arquitecto, el párroco de la Iglesia Evangélica y el referente de la comunidad de la Iglesia Católica también dieron su opinión. Este último destacó su alegría por la construcción de una iglesia en el terreno que antes pertenecía a la Iglesia Católica.

El Obispo llenó un estuche metálico con algunos objetos, como el certificado de la colocación de la primera piedra y sendos números actuales de la revista de la Iglesia “Unsere Familie” y del periódico “Leipziger Volkszeitung”, y lo cerró para formar una cápsula del tiempo. Los niños de la comunidad y de la vecindad lo enterraron bajo el hormigón preparado.

Reencuentro después de mucho tiempo

Desde el comienzo de la pandemia, las Iglesias de Cuba habían sido cerradas por orden de las autoridades. Aunque el país se encuentra actualmente en la tercera ola con las cifras más altas hasta el momento, el gobierno ha decidido ahora relajarse de todos modos.

Por lo tanto, el 31 de octubre de 2021, se celebró por fin el primer Servicio Divino después de mucho tiempo. Ni siquiera las fuertes lluvias pudieron impedir que los hermanos y hermanas acudieran al Servicio Divino ese día. Salmos 135:6 sirvió de versículo bíblico: “Todo lo que Jehová quiere, lo hace, en los cielos y en la tierra, en los mares y en todos los abismos”. Hubo una gran alegría entre los hermanos y hermanas en la fe por el primer Servicio Divino local y se alegraron de volver a verse y de poder experimentar por fin la comunión entre ellos. En las próximas semanas, también será posible volver a celebrar el Servicio Divino en las demás comunidades del país.

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