Del Catecismo a la historieta
¿Historietas espirituales? ¿Y además basadas en el Catecismo? ¿Cómo es eso? Los jóvenes nuevoapostólicos de Makati en las Filipinas simplemente lo hicieron y se divirtieron mucho, además del efecto de aprendizaje que se logró. Echamos un vistazo a un experimento.
La comunidad de Makati –con un promedio de 120 presentes en el Servicio Divino los domingos– tiene su propio problema demográfico: mientras que en Europa se habla del envejecimiento de la comunidad, en Filipinas ocurre lo contrario. Los miembros son en su mayoría jóvenes. Urs Hebeisen, el Apóstol de Distrito del área Asia del Sudeste, lo tiene claro: "La juventud necesita espacio libre para la creatividad. Les dejamos hacer y observamos".
Aunque la comunidad está ubicada en el corazón de la zona "Metro Manila" de la capital, el barrio en el que se encuentra se llama Bangkal. Y este no representa precisamente el centro comercial y financiero, por el que la metrópoli de 500.000 habitantes es conocida. "Casi nadie lee aquí los libros del Catecismo", dice el Apóstol de Distrito. "Sin embargo, todos están interesados en aprender. Y la mejor forma de hacerlo es con imágenes".
Análisis del Catecismo
Sobre este trasfondo, los jóvenes analizaron a modo propio la obra central de la Iglesia Nueva Apostólica: luego de un Servicio Divino se ocuparon guiados por el Pastor Florante Alandria, que acaba de ser ordenado, del capítulo 4 del Catecismo.
En el centro estaba la pregunta de cómo el hombre puede usar la conciencia, la razón y la fe para protegerse del pecado y decidirse en contra del mal. "Fue un debate animado", dice en el sitio web de la juventud filipina. Pues la juventud no sólo hizo gran cantidad de preguntas, sino que también presentó muchas respuestas propias.
Traducción a la realidad de la vida
En la segunda parte del evento, los jóvenes trasladaron lo aprendido a situaciones concretas y reales. La idea de hacerlo en forma de historieta, provino del Diácono Samuel Hebeisen. Él se gana su sustento prestando servicios gráficos y técnicos informáticos y previamente había analizado las respectivas posibilidades.
El trabajo creativo siguió un itinerario claro: primero se trató de pasar el contenido espiritual a un tipo de obra teatral. La historia después se dividió en imágenes de escenas individuales siempre con el objetivo de que el mensaje lleve al mismo punto. Las escenas se bosquejaron en papel. Así surgió el guión gráfico que finalmente fue representado teatralmente en la vida real y fotografiado imagen por imagen.
Conversión con ayuda técnica
Para la conversión gráfica a historieta, el grupo de la juventud usó diferentes recursos técnicos: de convertirlos en dibujos se ocupó un software para trabajar con imágenes más los correspondientes scripts y filtros de distanciamiento. El típico layout incluso los globos de texto se pudieron crear con otro programa de computación especial. Y también las necesarias tipografías y las imágenes de fondo de uso libre se encontraron en Internet.
La juventud incluso aplicó el método de "greenscreen" conocido del cine y la televisión. Las fotos son tomadas con un fondo verde para luego poder agregarle más fácilmente a los motivos las imágenes de fondo. Pero con este tema el Diácono Hebeisen hizo la experiencia de que con la resolución de las cámaras digitales actuales las personas fotografiadas se pueden cortar muy bien aun sin el uso de ese truco y combinarlas con las fotos del ambiente.
Experimento con resultado pendiente
Varios capítulos en dos idiomas, en parte en diferentes versiones, fue lo que preparó la juventud. Con lo alcanzado hasta ahora están más que satisfechos. El trabajo les produjo mucha alegría, la que finalmente también quisieron compartir con otros. Ya el día del evento, las historietas así como fotos sobre su creación, fueron puestos online.
¿Y qué dice el Apóstol de Distrito sobre esto? "La pregunta de si me gustan personalmente estas historietas, no es relevante", dice sonriendo Urs Hebeisen. "Por el momento este sólo es el comienzo. No sé con precisión adónde llevará esto. Es un experimento". Pero: "Veo en ello un gran potencial para un tipo de 'formación de abajo', que necesitamos con urgencia". Pues la Iglesia Nueva Apostólica es en las Filipinas una "Iglesia de la juventud". Y esto, en virtud del crecimiento incontrolado de la población seguirá siendo así por largo rato.
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Andreas Rother
06.06.2015
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