En acción para ambas comunidades de origen

Una de las escenas claves de la biografía fílmica del Apóstol Mayor Leber es cuando después de la despedida de la Dirección de la Iglesia, se sienta en el banco de la comunidad de Buchholz en el norte de Alemania. En ese momento se desliza sobre su rostro una sonrisa tan distendida como satisfecha.

Hace tiempo ya desde que fue recibido en su comunidad: Wilhelm Leber canta en el coro, ejecuta el órgano y como anterior Presidente de la Iglesia internacional no se le caen los anillos por participar también en el servicio de limpieza.

Ante todo el Apóstol Mayor e.d. está contento porque puede pasar la mayor parte de su tiempo en casa y en su entorno próximo: "Tengo hermosos recuerdos de mi tiempo de actividad, pero no anhelo seguir haciendo esos viajes tan extensos".

Función extraordinaria "en casa" como referente

Sin embargo, a veces Wilhelm Leber todavía viaja, por ejemplo a su antigua ciudad natal, Herford, a unos 220 kilómetros de distancia. Allí nació en 1947 y creció hasta que tuvo doce años años de edad. El motivo de este viaje no tienen nada que ver con la nostalgia.

Por invitación –y sólo porque es su comunidad natal– el Apóstol Mayor e.d. da conferencias allí. A comienzos de octubre de 2015 habló de los cambios en la doctrina y la organización desde que comenzó a desempeñarse en su ministerio. Su conclusión entonces fue: "Mientras esperamos el retorno de Jesús, la Iglesia se sigue desarrollando".

Y recientemente, a fines de octubre de 2016 figuraba en la invitación el tema del mes, la reconciliación con la Unión de Comunidades Apostólicas (VAG). El hecho de que Wilhelm Leber fuese referente sobre este tema, no es por nada. Al fin y al cabo, fue él el que acompañó en gran medida este proceso, tanto en tiempos difíciles como en tiempos mejores.

Hitos de un proceso histórico

El primer hito fue problemático: una reunión informativa en diciembre de 2007, con sus evaluaciones históricas sobre el tiempo de la separación en los años 50, se ocupó de generar reacciones de enojo. "Pero los hechos negativos a veces tienen su parte buena", dice el Apóstol Mayor e.d. En el tiempo que siguió analizó intensamente los acontecimientos de aquella época.

Así, ya dos años más tarde coloca un segundo hito, que fue en una mejor dirección: "Sí, también de nuestra parte, de parte de la Iglesia Nueva Apóstólica, hemos cometido errores", dice el Director internacional de la Iglesia en 2009 durante el Día de la Juventud Europa. "Nos volcamos hacia la reconciliación".

Dejó libre el camino para esta reconciliación poco antes del final de su tiempo de actividad con la publicación sobre el "mensaje" del Apóstol Mayor Johann Gottfried Bischoff. Este había profetizado que el retorno de Cristo sería en el tiempo de su vida y había fallecido en 1960.

Debido a la falta de fundamentación bíblica, este mensaje no debería haber sido considerado como un dogma, dejó claro el Apóstol Mayor Leber en mayo de 2013. Pidió disculpas a todos los que habían sufrido a causa del mismo o que incluso se habían apartado de la Iglesia.

Aún activo en el descanso

Mientras en parte ya estaba en estado de descanso, Wilhelm Leber siguió colaborando en la formulación de la declaración de reconciliación, tanto para la que fue firmada en el otoño boreal de 2014 en Renania, como también para la que todavía será firmada en la primavera boreal de 2017.

Y así vivió el Apóstol Mayor e.d. la cita de Mateo 5:23-24, que antecedió a la última presentación que expuso en Herford. "Por tanto, si traes tu ofrenda al altar, y allí te acuerdas de que tu hermano tiene algo contra ti, deja allí tu ofrenda delante del altar, y anda, reconcíliate primero con tu hermano, y entonces ven y presenta tu ofrenda".

Foto: Marcel Felde