En foco 9/2017: Una cuestión de actitud

¿La alabanza a Dios a manera de un trabajo en un proyecto de tiempo limitado? Un pensamiento interesante que hace que la tarea parezca más fácil. El Apóstol de Distrito Michael Ehrich (Alemania del Sur) insta a más.

El lema del año nos convoca a alabar y dar gloria a Dios con todo nuestro ser.

Naturalmente nos podemos alegrar por lo que hemos alcanzado y lo que rendimos, quizás poniendo nuestra mayor dedicación. Pero nunca olvidemos que, en definitiva, le debemos todo a Dios.

ÉL es el Dador de toda buena dádiva, en lo material y en lo espiritual. ÉL es el que nos lleva cuando llegamos al final de nuestras fuerzas. ÉL es el que nos hace crecer en el sentir y la naturaleza de Jesús.

Si tomamos esto en consideración, nos sentiremos impulsados a agradecerle, alabarlo y darle gloria, en palabras, obras y en todo nuestro ser.

Un canto del coro dice: "Quiero alabar a Dios mientras viva". Por eso, hagámoslo no sólo de vez en cuando, no sólo cuando reconozcamos un motivo concreto para hacerlo, sino como el "tono fundamental de nuestra alma", como una actitud interna.

Esta actitud se puede exteriorizar, por ejemplo, en la oración y en nuestro comportamiento, confiando en Dios y viviendo conforme a su voluntad. Esto significa darle espacio a la vida divina y seguir al Señor en forma consecuente. Forma parte de ello, colaborar en su causa, y no solamente en algún proyecto, sino cumplir nuestras tareas sirviéndolo en forma permanente y confiable.

ÉL responderá con su bendición, y lo hará a largo plazo, por último, pudiendo experimentar la eterna comunión con Él.

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Fecha:

Michael Ehrich
02.05.2017
lima 2017