En foco 2/2021: ¡Mirar hacia arriba, apresurarse a avanzar y mostrar perseverancia!

El amor cambia a las personas. Cualquiera que haya estado enamorado lo sabe. Nuestro amor a Dios también nos cambia. Cómo, lo explica el Apóstol de Distrito Leonard Kolb (EE. UU.) en sus reflexiones sobre el lema del año 2021.

Dios es amor, por lo que todo amor en este mundo debe tener su origen en Dios. Estar enamorado es uno de los mejores sentimientos que puede tener una persona. Llena el corazón y la mente, incluso cuando uno está haciendo cosas cotidianas. Es posible que uno escriba el nombre de la persona que ama después del suyo, que sueñe con estar juntos, que piense en casarse... y sobre todo ello se cierne ese tierno sentimiento de felicidad sincera y profunda, que hace que uno se sienta sereno, equilibrado y seguro sobre el futuro.

Cristo, nuestro futuro. Nuestro lema para este año se basa en nuestro profundo amor a Jesucristo. Las primeras palabras de Hebreos 12 no podrían describir mejor el amor de una novia por su novio:

“Despojémonos de todo peso y del pecado que nos asedia”.

En la alegre expectativa de que finalmente podamos estar con nuestro amado Señor, estamos decididos a separarnos de este mundo y dejar atrás todo lo que no pertenece a nuestro nuevo hogar, es decir, el reino de Dios. Lo hacemos deliberadamente y con seriedad para tener la fuerza de cumplir nuestro mayor deseo.

“Corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante, puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe”.

¡Corremos hacia Jesús! Mirar hacia arriba a Jesús nos motiva y nos da la fuerza para seguir corriendo, luchando, peleando y venciendo. Este mirar a Jesús, comprometerse con Él y buscar explorarlo, nos ha cambiado y nos seguirá cambiando. Al poner nuestros ojos en Él, nuestras cargas se aligeran, en nuestro interior encontramos la paz y empezamos a sentir calma y serenidad. En nuestra mente nos imaginamos cómo será nuestra vida con Él y con todos los que ha preparado para ser su novia: en armonía y unidad completas.

Es tan conmovedor y hace que uno tenga tanta esperanza el imaginar que Jesús también pensó en el futuro con nosotros. Porque continúa diciendo: “... el cual [Jesús] por el gozo puesto delante de él sufrió la cruz, menospreciando el oprobio”.

Nuestro Novio, nuestro Salvador, lo asumió por amor para poder estar con nosotros.

¿Y qué podemos hacer ahora para estar con Él? Mirar hacia arriba a Jesús, apresurarnos a avanzar y mostrar perseverancia. Podemos estar seguros: Nuestro futuro está con Él.


Foto: NAC USA

Información del artículo

Autor:
Fecha:
Palabras claves:

Leonard Kolb
15.02.2021
lema