Dios va tras cada uno: ese es el núcleo de la parábola de la oveja perdida. Pero no se trata solo de los demás que han cometido un error, sino de cada uno de nosotros.
Ricos, lindos y sanos, ¿son estas las bendiciones de Dios? Quizás en el Antiguo Testamento. Pero el Nuevo Testamento presenta una imagen diferente. Y el Apóstol Mayor lo recuerda una y otra vez.
Por más perdidos que nos sintamos, nadie está olvidado. Porque hay alguien que está junto a todos nosotros. Reflexiones de un Servicio Divino con el Ayudante Apóstol Mayor.
Las bodas en el cielo. ¡El mayor acontecimiento de todos los tiempos! ¿Quién quiere estar presente? ¿Y qué hay que hacer para poder estar? El Apóstol Mayor da instrucciones claras.
El temor de Dios no es un miedo aterrador, sino más bien un profundo respeto, confianza y gratitud. Esto es lo que el Apóstol Mayor dejó claro recientemente y mostró lo que significa para nuestra vida cotidiana.
Contrapuntos en la oración de las oraciones y posibles malentendidos entre bendición y agradecimiento: de esto tratan los Servicios Divinos dominicales de septiembre.
A veces no hay que buscar muy lejos la oveja perdida. A veces, todo lo que hace falta es mirar dentro de tu propio corazón. Hay una buena razón para escuchar el llamado del buen Pastor.
Ni el ministerio ni los logros traen la salvación, sino el corazón y la actitud. Y para todos los que participan activamente en la Iglesia, esto significa, según el Apóstol Mayor: servir por amor, sin esperar nada a cambio.
Un mundo nuevo para una humanidad nueva y unida: ¡Dios lo está construyendo! Y todos pueden formar parte de él. ¿Cómo exactamente? El Apóstol Mayor lo revela.
Un Servicio Divino en un velero no es algo que suceda todos los días. Y menos aun cuando, de forma inesperada, se presenta el Apóstol de Distrito. La imagen y su historia.
El camino hacia Dios está abierto para todos los seres humanos, sin importar si son ricos o pobres, jóvenes o ancianos. Todo lo que se necesita es respeto hacia Él y amor en nuestras acciones.
La fe no es un fin en sí misma. Dios ha enviado a cada creyente a hacer palpable su amor. ¿Cómo? En realidad, eso ya se sabe. Pero ¿funciona? Aquí viene la autoevaluación.
Los antiguos Apóstoles ya predicaban para el mundo de su comunidad. Sin embargo, hay que conocer para ello el contexto de los oyentes. Primero, echemos un vistazo al mundo occidental.
La codicia y las habladurías, por un lado; la confianza, la certeza y la rectitud, por otro: estos son los temas de los cinco Servicios Divinos dominicales de agosto. A continuación, un avance.
¿Fe en ídolos, fe farisea o fe en Cristo? La respuesta a una pregunta sencilla muestra dónde nos encontramos. Y el Apóstol Mayor deja claro lo que realmente importa.
Es una imagen para la Iglesia de Cristo: ¿por qué permite Dios que haya cizaña en su campo de trigo? La respuesta encierra tres tareas para cada creyente. El Apóstol Mayor explica más al respecto.
Poco se sabe de los discípulos de Emaús, ¿casualidad? No, dice el Apóstol Mayor. Hay un mensaje detrás: el mensaje del amor que no pasa por alto a nadie. Un extracto de un Servicio Divino con letra conmovedora.
Pobreza, ingratitud, rechazo: Jesús conoce las luchas de los creyentes, porque Él mismo las ha vivido. Y por eso puede ayudar a todos los que siguen sus pasos y perseveran.