Fue un acto simbólico que ni siquiera los discípulos entendieron. Y su mensaje llega hasta nuestros días: el lavado de pies, explicado en un Servicio Divino con el Apóstol Mayor.
A menudo se dice que los portadores de ministerio son una fuente de bendición. Pero ¿qué significa esto realmente? ¿Cuál es mi papel como predicador y qué impacto puedo tener al anunciar la palabra de Dios? En otras palabras, ¿cómo puedo ser una fuente de bendición?
“Pienso en los muchos hermanos y hermanas que hoy se encuentran pasando por grandes necesidades”, dice el Apóstol Mayor. Y agrega: “Estas son unas palabras que me gustaría transmitir a cada uno de vosotros” como conclusión del video.
Nadie queda exento: recibir agradecimiento y reconocimiento les hacen bien a todos los que desempeñan un ministerio o una tarea en la Iglesia. Pero si no hay respuestas positivas, queda clara cuál es la verdadera motivación.
En un mundo en el que todos quieren, casi deben, contárselo todo a todos, ¿no hay alguien con quien es mejor hablar primero? Aquí el video de un Servicio Divino con el Apóstol Mayor.
¿Llamados para ser bendición? ¿Cómo puede funcionar eso en un mundo donde reina el mal y el bien parece tan débil? Un Servicio Divino con el Apóstol Mayor tiene las respuestas.
Pentecostés viene después de Pascua, pero entre ellos está el Día de la Ascensión. Es la época en que el buen plan de Dios para la humanidad da grandes saltos. Los Servicios Divinos de mayo muestran adónde conduce todo esto.
Incluso los caminos difíciles pueden formar parte de un plan divino, como muestra de manera impresionante la historia de José. Quien cree en el amor de Dios aprende a reconocer el comienzo de una nueva esperanza incluso en el sufrimiento y la culpa.
Este artículo invita al servidor de la palabra a una reflexión más profunda: ¿Cuáles son mis fuentes de inspiración como predicador? ¿Qué es lo que da vida a la preparación de la prédica y a la prédica en sí? Este artículo invita a un viaje de descubrimiento.
¿Una comunidad en un Servicio Divino saludando a un dron con cámara? No es una foto de todos los días. Pero esta foto tiene una historia especial. Y la cuenta el propio Apóstol Mayor.
¿Servir al Señor con alegría? Sí, ¿cómo? La respuesta es clara: los que sirven a Dios tienen motivos para alegrarse, no en algún momento, sino aquí y ahora.
Hacer el bien y no dejar de hacerlo: “Esta semilla brotará. Tal vez veas el desarrollo, tal vez no. Pero el bien que haces nunca es en vano”. El Servicio Divino donde se lo menciona.
A veces pasamos por el fuego. La vida es dura y uno siente la tentación de tomar un camino más fácil, pero que nos aleja de Dios. El ejemplo de tres jóvenes muestra lo que hay que hacer entonces.
La prédica no surge porque sí, debe estar inspirada por el Espíritu Santo, coincidir con la Biblia y corresponder a la doctrina. El Apóstol Mayor lo explica detalladamente.
Anunciar la palabra de Dios en el altar plantea interrogantes. A la cabeza de la lista: ¿De dónde procede mi autoridad ministerial para predicar? ¿Cómo me entiendo a mí mismo al haber sido ordenado por el ministerio de Apóstol?
Quienes saben que han sido liberados del pecado toman en forma consciente la decisión de ser siervos de Dios, por amor y agradecimiento. Este fue el tema central de un reciente Servicio Divino en Kenia.
“¿Quién es Jesús?”. Esta pregunta recorre los Servicios Divinos durante todo el mes de abril. La respuesta la da cada una de las estaciones del tiempo de Pasión, hasta Pascua y más allá.