Preparativos para el gran día

Celebrar el amor: esto es lo que hicieron los hermanos y hermanas en Chiang Mai (Tailandia) con el Apóstol Mayor. Llevó imágenes de novios y bodas, y les habló de la gran boda en el cielo.

El Apóstol Mayor Jean-Luc Schneider abrió un álbum con imágenes de novios y de una gran boda junto a la comunidad en Chiang Mai (Tailandia). El Servicio Divino del 17 de marzo se basó en el texto bíblico de Apocalipsis 19:9: “Y el ángel me dijo: Escribe: Bienaventurados los que son llamados a la cena de las bodas del Cordero. Y me dijo: Estas son las palabras verdaderas de Dios”.

La imagen de los novios

“Es una imagen bien conocida de la Sagrada Escritura”, dijo el Apóstol Mayor. “Dios es descrito como el Esposo o el Novio y los suyos como la esposa o la novia”. La novia es preparada para la boda por los Apóstoles. “Y entonces vendrá el Novio y tomará a su novia para sí. Entonces estarán juntos en su reino. Esa será la gran cena de las bodas”.

Un matrimonio por amor

“La relación entre Dios y el ser humano se basa en el amor”. Jesús renunció a la gloria para venir con los seres humanos. “Como nos ama, quiere que estemos con Él donde Él está en su reino en la eternidad”. Jesús también pudo llegar allí como ser humano: “Venció el pecado y pudo entrar en el reino de Dios porque Él era perfecto. Nosotros no podemos hacerlo. Pero por amor nuestro Novio volverá para llevarnos consigo”.

Este amor se basa en la reciprocidad. “Lo amamos porque Él nos ama”, dijo el Apóstol Mayor. “Cuando vamos a la Iglesia, no es porque esperemos un salario, una recompensa o una ayuda, sino sobre todo porque queremos estar con Él”. Y es por amor que la novia está activa: “Renunciamos a la vieja naturaleza para estar más cerca de Dios”.

La imagen de la boda

“Entonces vendrá el Señor y tomará a su novia con Él”, dijo el Apóstol Mayor. “Esta imagen de la boda se encuentra en todo el Evangelio y en el Apocalipsis. Es un signo de mucha alegría y una gran fiesta”. El Apóstol Mayor enumeró qué hay para celebrar:

  • “Imaginaos lo agradecidos que estaremos de ser liberados de la tierra, del mal, de todo el sufrimiento, la injusticia, la violencia que sufrimos en la tierra”.
  • “Tendremos una gran alegría porque estaremos con quien amamos”.
  • “También estamos muy contentos de que seamos hechos perfectos. Todos somos conscientes de que estamos lejos de ser perfectos. Pero cuando estemos con el Señor en su reino, seremos perfectos, transformados a imagen de Cristo. Todos los aspectos malos de nuestra persona se borrarán. Desaparecerán y lo bueno será santificado”.
  • “Los vivos y los muertos estarán juntos”.
  • “Todos seremos completamente uno y estaremos unidos en Cristo. Todo lo que hoy nos separa será eliminado”.

La fiesta ya comienza

“Dice: Bienaventurados los que son llamados a la cena de las bodas del Cordero”, citó el Apóstol Mayor el pasaje bíblico. “Ya ahora”, subrayó. Qué produce ya hoy bienaventuranza, es decir, paz y alegría:

  • “Ser agradecidos por haber sido elegidos por Dios”.
  • “Somos amados por Aquel que es absolutamente perfecto y santo, sin motivo alguno”.
  • “Él nos ha dado la certeza de que vendrá a llevarnos consigo. No se trata solo de una probabilidad: podemos estar absolutamente seguros de que Jesucristo vendrá a llevarnos a su reino”.
  • “También somos conscientes de que nada ni nadie puede impedirnos entrar en el reino de Dios. Nuestra salvación solo depende de nosotros mismos”.
  • “Solo hay una condición: si quieres hacer la voluntad de Dios, es decir, si quieres guardar y respetar el mandamiento de amar a Dios y amar al prójimo, estarás allí”.

“En cada Servicio Divino, cuando celebramos la Santa Cena, tenemos un anticipo de las bodas en el cielo”, dijo el Apóstol Mayor y explicó: “Cada vez que celebramos la Santa Cena”,

  • “damos gracias a Dios por haber enviado a su Hijo y damos gracias a Dios por el sacrificio de Jesucristo”.
  • “Jesús está en medio de nosotros. Está presente. Y nos dice: Te amo. Soy fiel”.
  • “recibimos la fuerza que necesitamos para hacer la voluntad de Dios”.
  • “se hace evidente que somos uno en Cristo. Tenemos la misma fe, la misma meta, amamos al mismo Señor y estamos limpios. Dios ha perdonado nuestros pecados”.

En resumen, el Apóstol Mayor subrayó que los creyentes están llamados a formar parte de la novia de Cristo. “Jesús vendrá de nuevo y nos llevará con Él. Eso no es una probabilidad, es una certeza. Y como somos llamados por Cristo, hoy ya podemos tener paz y alegría en nuestro corazón. Y celebremos la Santa Cena como una verdadera preparación y un anticipo de las bodas del Cordero en el cielo”.

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Katrin Löwen
29.05.2024
Tailandia, apóstol mayor, servicio Divino