En foco 4/2021: Elijo a Cristo hoy, para mi futuro

El que puede elegir... A veces, poder elegir entre dos alternativas no es fácil. Especialmente cuando se trata de nuestro futuro. El Apóstol de Distrito Mark Woll de Canadá tiene ideas muy claras al respecto.

Dios hizo al ser humano libre, según su propia imagen. Nos dio nuestra propia voluntad. Aunque esto a menudo nos ha llevado a dificultades y sufrimientos, Dios se mantiene en su decisión perfecta de no obligar a nadie a seguirlo o cumplir conforme a su providencia. Es por nuestra propia iniciativa que actuamos responsablemente y hacemos lo correcto a los ojos de Dios, pero también porque estamos motivados por el amor de Cristo. Todo ello es un desarrollo que conduce a la perfección, que solo es posible a través de Cristo.

La libertad tiene que ver con la elección, que uno tiene distintas posibilidades. Uno puede afirmar que es libre porque tiene la posibilidad de poder elegir. Nuestras elecciones también determinan nuestro futuro. Por ejemplo, las elecciones que hacen los estudiantes con respecto a su educación tendrán un impacto en su futuro. Adán y Eva vivían en perfecta armonía con Dios, uno con el otro y con la naturaleza hasta que tomaron la decisión equivocada. Cristo también dejó claro y nos ofrece que elijamos: “El que no es conmigo, contra mí es...” (Mateo 12:30).

No hay aquí término medio porque ninguna decisión significa tomar una decisión contra Cristo. El mal existirá incluso en el milenario reino de paz, aunque será atado. Después, sin embargo, Satanás será liberado una vez más. De nuevo, los seres humanos tendrán que hacer su propia elección entre Cristo y el maligno. Por lo tanto, tomemos posición hoy y digamos: “Elijo a Cristo hoy, para mi futuro”. Esto significa que confiamos completamente en Él, orientamos nuestra vida en su Evangelio y seguimos sus enseñanzas. Cristo es el camino, la verdad y la vida que hemos elegido.

Unas palabras a los padres

Queridos padres, nuestras elecciones también influyen en el futuro de nuestros hijos. Tenemos la oportunidad de sentar las bases sobre las que nuestros hijos pueden construir su fe. Hoy no pueden decidir por sí mismos. Aquí un ejemplo sencillo: A mi nieto de dos años le gustaría, entre otras cosas, poner él mismo los enchufes en la toma de corriente. No puedo decir: “Ah, que decida por sí mismo”. No, reconozco el peligro y debo decir: “No” y luego explicárselo. Un día, cuando lo entienda, decidirá por sí mismo. Ayudemos hoy a nuestros hijos a decidirse por Cristo, para que Él sea también su futuro. Preparémoslos para tomar la decisión correcta enseñándoles la verdad del Evangelio y mostrándoles el amor de nuestro Salvador, que conduce a un gran futuro.

Es comprensible que muchos niños y padres sean reacios a concurrir a los Servicios Divinos durante la pandemia de COVID. Mientras tanto, conectemos concienzudamente a nuestros hijos con Dios de alguna manera, ya sea a través de la escuela dominical virtual o enseñándoles en casa. Sigue siendo importante que la fe y la confianza en Dios sean inculcados en el corazón de nuestros hijos. Esperamos volver a traer a nuestros hijos a la comunidad cuando sea seguro hacerlo y todos puedan participar juntos de la palabra y los Sacramentos.


Foto: NAC Canada

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Mark Woll
29.03.2021
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