El lema del año 2025 desplegó todo su potencial en todo el mundo: lleno de inspiración, compromiso, amor al prójimo, comunión y fe vivida. Una retrospectiva.
El mensaje de Año Nuevo
Al comienzo del año 2025, el Apóstol Mayor Jean-Luc Schneider dio la bienvenida a todos los cristianos nuevoapostólicos en su alocución de Año Nuevo con el lema: “¡Es tiempo de hacer el bien!”.
El dirigente de la Iglesia explicó exactamente lo que quería decir con esto en el primer Servicio Divino del año, que se basó en el versículo bíblico de Gálatas 6:9-10: “No nos cansemos, pues, de hacer el bien, porque a su tiempo segaremos, si no desmayamos. Así que, según tengamos oportunidad, hagamos el bien a todos, y mayormente a los de la familia de la fe”.
Por lo tanto, es hora de tomarse tiempo para hacer el bien. En la comunidad, en las familias, pero también, en especial, a los niños. Hacer el bien significa ayudar en todo momento a cualquier persona y ayudar a todos.
Las voces de los Apóstoles de Distrito y sus Ayudantes
Los impulsos de los Apóstoles de Distrito ilustran el lema:
Es tiempo de hacer el bien, construyendo lazos duraderos que mantengan a la próxima generación profundamente arraigada en Cristo. (Arnaud Martig, Canadá)
No todos tenemos los mismos recursos, ni los mismos dones y talentos, pero todos podemos desarrollar una abundancia de compasión por las necesidades de nuestro prójimo, como lo hizo Jesús. (Peter Lambert, Afrika Süd)
Por lo tanto, para hacer el bien, no estamos sujetos a ningún calendario, condición o reconocimiento. (Elie Tatien Mukinda, DR Kongo-West)
Por lo tanto, hacemos el bien, tanto a nuestro prójimo como a nosotros mismos, viviendo según el Evangelio, confiando en Dios y dando prioridad a lo que es permanente. (Michael Ehrich, Alemania del Sur)
Si queremos hacer el bien, debemos estar dispuestos a dejarnos detener. (Rüdiger Krause, Alemania del Norte y del Este)
Pienso que el Apóstol Pablo no estaba diciendo a los creyentes que fueran ingenuos, sino que estaba abordando preocupaciones genuinas, en particular las espirituales. Hacer el bien es un mandamiento de Jesús. (Joseph Opemba Ekhuya, África del Este)
A veces nuestro primer instinto puede ser postergarlo o encontrar una excusa para no tomarnos el tiempo y actuar según esta inspiración divina. (Mark Woll, Canadá)
Hagamos el bien en la Iglesia; estemos “siempre listos” para buscar la unidad, para dar lugar a nuestro “dominio propio”, para practicar el amor en el ámbito de nuestra familia. (Enrique Minio, Sud América)
Cuando una persona hace el bien, brinda atención, amor, tiempo, energía o prescinde de algo. En particular, renuncia a recibir algo a cambio. (Thomas Deubel, Suiza)
Dedicando tiempo a hacer el bien, por insignificante que parezca, incluso cuando sentimos que el mal está en aumento. No nos quejamos de la oscuridad, sino que cada uno aporta su propia luz. (Tshitshi Tshisekedi, República Democrática del Congo Sudeste)
O Cristo vive en ti y haces buenas obras, o no vive en ti y no haces buenas obras. (John Schnabel, EE. UU.)
Una vida fiel de ofrenda y sacrificio profundiza nuestra relación con Dios, llena nuestro corazón de alegría y fortalece nuestra confianza en Él, independientemente de nuestras circunstancias. (Arnaud Martig, Canadá)
Y algunos Ayudantes Apóstol de Distrito complementan:
Se puede lograr mucho “bien” acercándonos a las personas que nos rodean, cultivando una cálida comunión y relacionándonos con ellas, compartiendo el amor de Cristo y, por lo tanto, proveyendo asistencia espiritual. (Frank Dzur, Canadá)
Sin embargo, si obramos con amor, podemos prestar nuestra ayuda y apoyo en la educación y el buen desarrollo de los necesitados. (João Misselo, Angola)
Llaman a todos los creyentes a reconocer que el momento presente es siempre el momento adecuado para actuar con bondad, compasión e integridad. (Robert Nsamba, Zambia)
Fortalecer las relaciones, hacer el bien
El lema del año 2025 inspiró a hermanos y hermanas de todo el mundo a crear logotipos creativos y diversas actividades.
Así, diferentes campañas mensuales relacionadas con el lema fueron el hilo conductor del año en la comunidad Schwäbisch Hall.
Tres historias de Sudáfrica, Suiza y Alemania del sur cuentan el gran impacto que pueden tener un trombón, un canto o un bombón de chocolate.
Bajo el lema “Una sonrisa que forja el futuro”, una asociación de Togo demuestra que hacer el bien no es algo que se hace por única vez, sino que puede ser un compromiso duradero.
Cuatro experiencias vividas en Perú, Zambia, el Congo y Suiza muestran lo que significa el amor al prójimo, sin importar lo empinado que sea el camino.
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